El curioso caso del comisario Villarejo: "Habla con los de arriba"

El comisario Eugenio Pino le dijo esta semana al juez que había intentado cesar dos veces a Villarejo “porque no lograba controlar la mayor parte de su actividad” pero Villajero le había dicho “Habla con los de arriba”.

Rajoy pidió a Bárcenas que fuera fuerte y a su ministro de Interior que no trataran mal a Villarejo. Antes de entrar en prisión, el comisario Villarejo se dedicaba a grabar conversaciones con peces gordos, empresarios y políticos, a los que ofrecía trabajos de campo, a cambio de dinero. Claro que ellos no sabían que el comisario les estaba grabando y que luego, si le apetecía, podía utilizar esas conversaciones contra ellos. Villajero llegó a amasar en España 20 millones de euros y manejó 46 empresas con un capital social de más de 16 millones. 

La película pueden contárnosla entre otros muchos el esposo y la propia Cospedal que contrataron al espía Villarejo, el cual hizo públicas sus conversaciones en un digital, Moncloa.com, (que aparece y se esfuma como el Guadiana), motivo por el cual la ex presidenta de Castilla-La Mancha tuvo que abandonar todos sus cargos y la vida política. Ahora se especula también con que el comisario en prisión condicional sin fianza desde noviembre de 2017, acusado de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales, trabajó para el Centro Nacional de Inteligencia: ¿a alguien le extraña?

Hay que recordar que  el protagonista de la serie grabó también conversaciones sobre la ático de Ignacio González en Estepona, filtró noticias que involucraban al Rey don Juan Carlos y al propio CNI y se le involucró “como único causante” del incendio del rascacielos del complejo Azca, la Torre Windsor de Madrid para destruir ciertos papeles que habían sido solicitados por la fiscalía Anticorrupción un día antes del siniestro La versión oficial culpó del incendio a “una colilla, mal apagada”. También se involucra a Villarejo con ciertos aspectos de otro personaje de ficción conocido como el pequeño Nicolás y con los variados intentos por destruir los discos duros de Bárcenas que probaban la contabilidad en negro del PP, donaciones ilegales y otros pagos en sobres a diversos dirigentes del partido.

Cualquier día estrenarán una serie sobre Villarejo y las cloacas, será una buena serie y luego veremos otra que comentaremos con nuestros amigos.

Alguien dirá entonces “lo de Villarejo es alucinante” y pasaremos a otro asunto como si viviéramos la ficción de un simpático policía, espía con sombrero y gafas oscuras que en realidad puede darnos una pista para imaginar, con una lupa en la mano, lo que de verdad se mueve por esos altos fondos de cierta vida política española pero que en muchas ocasiones se tapa cuando el interfecto avisa: “habla con los de arriba”.

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